FUEGOes, sin duda, el disco más rico y variado musical, rítmicamente; un disco muy inspirado, poderoso y luminoso. Y es increíble que escuchando esta docena de temas nos sigan atrapando sus crónicas tan personales como costumbristas.(..) En efecto, conFUEGO David y José alegran la vida, mueven nuestras caderas y nos hacen arrancar por palmas, algo que llevan haciendo desde hace un par de décadas. Se mantienen naturales, cachondos, sin fisuras, sin disimulos, sin esconder sus sentimientos ni en sus canciones ni en sus entrevistas. Alegres sí, pero también melancólicos y tiernos… Arde otra vez el espíritu indomable, silvestre, bravío de Estopa*. Han compuesto despacito, a fuego lento, historias suyas que son las nuestras. Sí, escriben sobre ellos mismos y, de paso, narran anécdotas y situaciones cotidianas más que reconocibles por todos.
Para ambos las buenas canciones siempre vuelven por mucha mosca cojonera que les distraiga.